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Farmacontaminación: la contaminación invisible que amenaza el medio ambiente

La presencia en el medio ambiente de los denominados contaminantes emergentes no es algo nuevo. Pesticidas, fármacos para uso humano y animal, productos cosméticos, nanopartículas procedentes de actividades industriales, micro y nanoplásticos y  drogas ilegales aparecen a menudo en el medio ambiente, habitualmente a través de la contaminación del agua, y sus efectos en los ecosistemas apenas empiezan a ser estudiados.

El Donostia Sustainability Forum, en el marco de los Cursos de Verano de la UPV/EHU, celebró el 17 de junio una jornada dedicada al análisis de la farmacontaminación: el impacto medioambiental de los medicamentos. Los ponentes invitados fueron Gorka Orive, profesor e investigador de la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU, y Unax Lertxundi, Jefe de Sección de Farmacia en la Red de Salud Mental de Araba de Osakidetza. Ambos investigadores impulsan en Álava un programa de innovación pionero en la investigación de la farmacontaminación y en la búsqueda de soluciones.

Los medicamentos han sido y son fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas y aumentar su esperanza de vida, pero su consumo va en aumento y son contaminantes de interés emergente por sus efectos en el medio ambiente y, especialmente, en animales y plantas. Se estima que en la actualidad se están usando en el mundo cerca de 4000 sustancias farmacológicamente activas diferentes, tanto para su uso en salud humana como animal. Según explicó Unax Lertxundi, solo se conocen los efectos en el medio ambiente de uno de cada diez fármacos, lo que implica que nos encontramos ante un problema prácticamente desconocido, incluso para los profesionales sanitarios.

Del ciclo del medicamento, según detalló Gorka Orive, se conoce solo la punta del iceberg, ya que el rastro se pierde cuando los medicamentos son excretados y se vierten a través de las aguas residuales. En la actualidad muchos de estos compuestos escapan a la tecnología de limpieza que se usa en las estaciones depuradoras de aguas, de manera que acaban en el medio ambiente.

Hasta el momento se han detectado residuos de más de 700 fármacos diferentes en el medio ambiente, principalmente en aguas residuales, ríos y lagos, pero también en suelo, aire e incluso en el agua del grifo que bebemos. Según un estudio citado por Unax Lertxundi, en varias ciudades españolas el agua del grifo contiene unas cuarenta sustancias procedentes de fármacos. Esta presencia, añadió, no supone un riesgo para la salud, pero debe ser controlada.

Efectos en los animales

El efecto de los anticonceptivos hormonales en la feminización de peces y anfibios es uno de los ejemplos más conocidos de efectos de la farmacontaminación en ecosistemas acuáticos. Otro caso bien conocido es la práctica desaparición de tres especies de buitres en el subcontinente indio desde principios de los años 90. El diclofenaco presente en el ganado vacuno envenenó a las poblaciones de buitres hasta llevarlas casi a la extinción. Este hecho supone un problema de salud pública en India y Pakistán, donde las aves carroñeras ya no eliminan los restos de los animales muertos. La reciente aprobación del diclofenaco en España es la causa de la muerte documentada de un buitre en Lleida, según señaló Unax Lertxundi.

Los efectos de la farmacontaminación se dejan sentir en todo el sistema ecológico en el que se introducen, de ahí, explicó Gorka Orive, que se comience a hablar ya del concepto One Health, que vincula la salud humana a la salud animal y medioambiental.

Problemas y soluciones

La sobreprescripción y el mal uso de medicamentos puede intensificar las consecuencias de la farmacontaminación, de ahí la importancia de sensibilizar a la sociedad en general y al sector sanitario en particular sobre este tema. El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Diputación Foral de Álava, la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, el Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, la Fundación Vital Fundazioa, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Álava, BIC Araba, AMVISA y Aquadat firmaron en febrero un protocolo para el desarrollo de un Programa de Innovación en el campo de la Farmacontaminación que recoge su compromiso por investigar, aplicar y divulgar en Vitoria-Gasteiz y Araba soluciones contra la contaminación de nuestro entorno por fármacos.

Entre las investigaciones que van a impulsar Gorka Orive y Unax Lertxundi en el marco de este proyecto se encuentra la medición del grado de contaminación en la estación depuradora de Crispijana. La formación de profesionales sanitarios en este tema se va a materializar, además, con la creación en la UPV/EHU del primer postgrado en farmacontaminación, que se pondrá en marcha el curso 2021-2022.

Ecofarmacovigilancia

Los medicamentos que se aprueban para consumo en la Unión Europea deben realizar desde 2005 un informe de impacto ambiental. Sin embargo, a día de hoy, se trata de un informe meramente informativo. Esto, añadió Unax Lertxundi, podría cambiar en el futuro. No se puede descartar que lleguen a retirarse medicamentos del mercado por su impacto en el medio ambiente, dando pie a un nuevo concepto: la ecofarmacovigilancia. Deberían ser, en todo caso, fármacos que pueden ser sustituidos por otros ya que, como señaló Gorka Orive, proteger la salud debe ser prioritario.