Berri guztiak

“Somos una tirita y tenemos que trabajar todos juntos de manera coordinada”

Gaizka Rodríguez, director del centro Agintzari SCIS, explicó que el centro se encarga del acogimiento residencial. Esta es “una medida de protección destinada a aquellos niños que no pueden permanecer en sus hogares, y mediante la cual se les proporciona un lugar de residencia y convivencia que cumpla con el cometido de una adecuada satisfacción de las medidas de protección, educación y desarrollo, incluyendo las actuaciones terapéuticas y rehabilitadoras que sean necesarias”. Este tipo de acogimiento tiene un total de 320 plazas en Guipúzcoa y se ramifica en varios programas. Entre ellos, se encuentra el  Programa de acogida de urgencia, Programa básico general para menores de doce años, Programa básico general para mayores de doce años, Programa de atención a adolescentes con problemas de conducta y el Programa especializado de apoyo intensivo a adolescentes con graves problemas de conductas. Gaizka Rodríguez destacó la falta de comunicación entre familias, instituciones y profesionales para explicar los errores que se producen a la hora de identificar el tipo de programa para cada paciente, ya que, es muy frecuente el fallo a la hora de clasificarlos.

Begoña Garmendia Aldasoro, Psiquiatra de Osakidetza y Jefa EPI de Donostia, afirmó que a lo que responden estos programas principalmente es a la angustia. Esta no solo viene dada por parte de los pacientes, sino también por padres, de la escuela, educadores, intervinientes y de los propios centros de salud mental. También pretender mejorar los síntomas disruptivos, favorecer la reestructuración de la personalidad, la reinclusión social y escolar y fomentar las competencias educativas básicas. Los objetivos hacia el paciente son el bienestar consigo mismo y que esté integrado en su medio. Actualmente, existen varios programas como son el centro de consulta hasta los 18 años, la unidad de atención precoz, que abarca entre los 3 a los 8 años, el centro educativo de Lasarte hasta los 18 y un equipo de trastorno mental grave.

Jaione Larrañaga Iturbe, directora del Centro Territorial de Gipuzkoa para la atención educativa hospitalaria, domiciliaria y terapéutico-educativa, centró su ponencia en tres aspectos fundamentales.

El primero fue sobre Heziberri 2020 que es, el modelo pedagógico educativo y recursos para responder al alumnado con necesidades de apoyo educativo. Respondió al principio de inclusividad, donde se busca una flexibilidad para que no haya necesidad de crear futuras adaptaciones personalizadas posteriores. A este grupo pertenecen los alumnos con dificultades específicas para el aprendizaje, alumnos con altas capacidades intelectuales o alumnos con incorporación tardía al sistema educativo

A continuación explicó en qué consistía el programa Igarobide, que es un módulo terapéutico. “La intervención terapéutica -afirma Jaione Larrrañaga- está dirigida al alumno, pero también a la familia, al entorno educativo, al entorno social, con el objetivo de que el alumno pueda estar en un entorno normalizado”. El plan contaba con los siguientes objetivos, ayudar en la autorregulación de la conducta, el desarrollo de actividades sociales y cognitivas que mejoren su estado emocional, reforzar los sentimientos de seguridad e imagen personal y mejorar la autocomprensión y la relación interpersonal. Incluye dos sesiones semanales con cada alumno y la duración del programa es de dos cursos. Este curso 2016-2017 un total de 54 alumnos han sido atendidos.

Por último, hizo una distinción entre los distintos centros territoriales para la Atención Educativa Hospitalaria, Domiciliaria y Terapéutico-Educativa. Este curso 26 estudiantes han ingresado en la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital de Donostia - San Sebastián, de los cuales predominan los alumnos de la ESO (18). En cuanto al ámbito domiciliario, “este se encarga de la atención al alumnado que por prescripción facultativa se encuentra en régimen de hospitalización en domicilio o en periodo de convalecencia de una enfermedad que le impide acudir regularmente al centro escolar” explica Jaione. Hizo hincapié en el gran número de dificultades que se presentan a la hora de impartir la lección para este tipo de alumnado, especialmente los que padecen algún tipo de enfermedad mental. Entre ellos destaca la “falta de colaboración de algunas familias, la dificultad de algunos centros por entender la situación del alumnado” y sobre todo que, “a mayor tiempo en el servicio, mayor dificultad de vuelta al Centro Escolar”. En cuanto al plan Terapéutico - Educativo, que tiene un Convenio con Osakidetza, Jaione Larrañaga expuso que “estos alumnos no pueden adaptarse a la escolarización en su medio correspondiente por padecer patología psiquiátrica de gravedad”. Este programa es intensivo y dura entre tres y seis meses. Una vez finalizado, se elabora un plan individual que asegure la integración en su horario completo en su entorno habitual.