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"Lo malo de la Economía Circular es que a veces se utiliza como slogan para no emprender los cambios que se necesitan"

La economía circular se ha convertido en un slogan. A veces tiene uno la impresión de que hablando de economía circular se dejan de hacer cosas. Se habla mucho a las empresas de mejorar la eficiencia y de reciclar, pero son ideas muy antiguas. Lo que realmente hay que hacer es un replanteamiento de todo el sistema económico. Ya en los años 80 se hablaba de natural capitalism o del factor cuatro, que está muy bien, pero desde entonces no se ha hecho gran cosa.

Carlos Larrinaga

Lo dice Carlos Larrinaga en el congreso EMAN Europa 2022: Hacia una nueva contabilidad/gestión para la Economía Circular que se celebra dentro de los Cursos de Verano de la UPV/EHU.


Uno examina todos los datos de la economía o la ecología y estamos en parámetros de crecimiento desmedido. Hablamos de economía circular y no hacemos más que poner trenes de alta velocidad, subvencionamos los vuelos de bajo coste. Construimos autopistas mientras hablamos de economía circular.


“En el aeropuerto de Burgos, de donde soy, no sale ni entra ningún vuelo. Durante muchos años hubo uno regular a Barcelona, subvencionado por supuesto. Bueno, todos los aeropuertos están subvencionados, al igual que las autopistas. Hablamos de EC y liberamos los peajes” insiste el profesor de contabilidad de la Universidad de Burgos.
“La EC no permite escaparnos de la realidad. La Economía Circular es un sueño, pero si bajas a la realidad te das cuenta de que no existe. Suena muy bien, pero si decimos que hay que volar y consumir menos ya no nos suena tan bien".


La EC se basa en algo que es imposible. Es un ideal imposible porque no se puede reciclar todo ni emanciparse de la realidad física. La ley de la entropía en la naturaleza lo impide. “Podemos decir que hay una economía más circular que otra, pero al final si queremos que esto sea sostenible tenemos que reducir el consumo” Podemos viajar en un tren que consume una energía sostenible pero no nos podemos abstraer de que los trenes están hechos de acero, como los aerogeneradores. La EC es una utopía.
“Lo malo de la EC es que a veces se utiliza como slogan para no emprender los cambios que se necesitan”. Es verdad que la UE va por delante en temas medioambientales. Están bien las Directivas, pero “no tiene mucho sentido que las grandes empresas del Ibex, las energéticas o los grandes bancos me hablen de EC. En todo caso reciclarán alguna cosa”.

Considera Carlos Larrinaga que probablemente es defendible la idea de “decrecimiento” pero yo no defiendo nada. Yo sencillamente miro los datos científicos de crecimiento de emisiones, del uso de energías fósiles, del nitrógeno que destruye el Mar Menor…yo sólo miro los datos. No tengo porqué defender nada porque esto no es una religión, es sencillamente ciencia. La única manera de salir de esta situación es replanteando los patrones de consumo.


Ante la pregunta de si es factible ese cambio, Carlos Larrinaga contesta con otra pregunta ¿Es factible continuar con el nivel actual de emisiones? Estamos ya en un calentamiento de 1,5/2 grados ¿es factible aumentar la temperatura de la tierra 2 o 3 grados? Sí, sí es factible, pero ¿es factible la civilización actual en una tierra con 3 o 4 grados más? No. “La tierra va a seguir funcionando, pero la civilización puede colapsar. La pregunta es si la civilización es factible ante la evolución de la realidad biofísica. “No sé si la gente va a reaccionar a tiempo, pero lo que nos dicen los datos ecológicos es que, si no hemos eliminado las emisiones antropogénicas de efecto invernadero para 2050, esto se va al garete".  No sé cómo se comportará la gente, pero trabajo para que las empresas lo hagan de mejor manera y con mayor transparencia. Ahora, parece que prestan mayor atención a sus impactos en la sociedad y el medioambiente. Atentas a las directivas de la UE se ven obligadas a publicar sus datos. ¿se informa sobre las emisiones que se producen en la cadena de suministro de una empresa?.


No tan pesimista Carlos Larrinaga cree que las empresas se están convenciendo de que las prácticas de greenwhasing tienen vigencia sólo a corto. Colabora en una iniciativa internacional SeaBos para la transformación global hacia la producción sostenible de productos del mar y un océano saludable. Reúne a empresas de todo el mundo que son perfectamente conscientes de que si no cuidan del medio ambiente marino sencillamente desaparecen. Se trata de que en todos los sectores empresas y personas actúen de manera racional en su entorno.