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Los ronquidos no son una enfermedad, pero están cerca de serlo

Cada año se pierden, de media, 3 minutos de sueño. Vivimos en una sociedad donde cada vez se duerme menos y esa escasez tiene una incidencia directa en nuestra salud y calidad de vida.

¿Quién no conoce a alguien que tenga algún tipo de problema a la hora de dormir? Insomnio, ronquidos, apnea del sueño, hipersomnias, parasomnias, síndrome de Piernas Inquietas… En el curso dirigido por Diego García-Borreguero y celebrado en la Clínica Zorrozaurre del IMQ se ha profundizado en los diferentes trastornos que inciden en nuestro descanso y que afectan a millones de personas. Desgraciadamente, tal y como ha resaltado el propio García-Borreguero en la presentación del curso, “existe un gran desconocimiento por parte de la población general sobre el tema”.

Joaquín Durán-Cantolla, profesor de la UPV/EHU, ha profundizado en los trastornos respiratorios relacionados con el sueño: los ronquidos y las apneas del sueño. Para Durán-Cantolla, “los ronquidos no son una enfermedad, pero están cerca de serlo. Lo que sí producen son problemas de convivencia”. Lo cierto es que según datos proporcionados por el propio ponente en España hay cerca de 840.000 niños que roncan y en el caso de los adultos, cerca de diez millones.

Durán-Cantolla ha centrado la primera parte de su exposición en explicar los motivos por los que roncamos y por los que muchísimas personas sufren apneas del sueño. En opinión del ponente, “las apneas son muchísimo más peligrosas ya que afectan directamente a la oxigenación de la sangre y, en los casos más graves (cuando se superan las 30 apneas por hora) pueden causar graves problemas cardiovasculares”.

Hasta la fecha, el diagnóstico de este tipo de trastorno requería de equipos complejos. A medida que ha avanzado la tecnología estos equipos se han ido simplificando y en opinión de Durán-Cantolla “en un futuro no muy lejano será posible realizar un diagnóstico con tecnologías de no contacto, es decir, sin cables”.

Las personas que sufren este tipo de trastornos tienen mayores problemas para dormir apropiadamente. “En el caso de las apneas, es el propio cerebro quien no permite un sueño profundo ante la falta de oxígeno” ha explicado el ponente. En la segunda parte de su ponencia, el profesor de la UPV/EHU ha expuesto los problemas que causan este tipo de trastornos. Para Durán-Cantolla los problemas derivados de los trastornos respiratorios durante el sueño son, por un lado, sistémicos, y por otro, sociales.

Dentro de los sistémicos estarían todos aquellos que, de una u otra manera, afectan a la salud. Entre las más importantes, Durán-Cantolla ha subrayado “la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, el exceso de mortalidad, la función neurocognitiva (déficits de atención en la vigilia), depresiones, alteraciones en el metabolismo, cánceres, alteraciones oculares, riesgos post-operatorios o problemas de fertilidad”. Dentro de los sociales, además del impacto en la calidad de vida de aquellas personas que sufren este tipo de trastornos, el ponente ha resaltado que “este tipo de trastornos tienen un alto coste económico. Un paciente que sufre apneas tiene un coste sanitario que dobla el de uno que no las tiene”.

Por su parte, en la lección inaugural del curso Ana Isabel Fernández, del Hospital de Cruces, ha resumido los conceptos básicos del sueño. Para Fernández, “el sueño es un fenómeno fisiológico que no se ha estudiado en profundidad hasta la aparición del encefalograma”. Tras repasar las razones por las que el sueño es necesario y las ventajas de un descanso adecuado (restauración cerebral, conservación energética, plasticidad, memoria…), la ponente ha señalado que “diferentes estudios señalan que en las sociedades avanzadas se duerme, de media, 6,5 horas cuando lo ideal sería dormir entre siete y nueve horas diarias. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad donde cada vez madrugamos más para ir a trabajar y nos acostamos más tarde para poder socializar”.