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Inés Pérez: “La relación entre el arte y la astronomía es total y constante”

Según la historiadora del arte, los seres humanos, en la prehistoria, basaban su vida en base a lo que pasaba en el cielo y lo que veían en él.

Inés Pérez, historiadora del arte formada en la Universidad Complutense de Madrid, donde también cursó un máster en Estudios Medievales, descubrió su pasión por el cruce entre arte y ciencia durante unas prácticas en el Real Observatorio de Madrid. Allí conoció a Miguel Querejeta, con quien ha impulsado el Curso de Verano sobre Arte y Astronomía, celebrado los días 21 y 22 de julio en el Palacio de Miramar de Donostia – San Sebastián. La cita arrancó con una ponencia de la propia Pérez, titulada Los orígenes: el arte rupestre y la arqueoastronomía. Cómo orientarse en el cielo, en la que propuso un viaje a los inicios de la mirada humana hacia el firmamento.

¿En qué consiste el curso de verano y qué te ha llevado a impartirlo?

El curso que yo estoy dando, junto a Miguel Querejeta, pretende dar un recorrido por la historia de la astronomía a través de la historia del arte. Lo que nos interesa, fundamentalmente, es entender cómo el ser humano, desde la prehistoria, se ha aproximado al cielo y todo lo que ello implica; cómo ha comprendido el movimiento de las estrellas y de los planetas, los eclipses o los solsticios. También cómo se ha relacionado con ello y cómo de ello ha realizado una cultura material y de representación.

Mi primera ponencia, que es la que abarcaba los orígenes, nos ha llevado por intentar comprender cómo una persona de la prehistoria podría mirar el cielo; cómo se podría orientar en él y qué es lo que más le llamaría la atención, para así comprender lo que representaría, tanto en las mismas pinturas rupestres que se realizarían, como en toda la serie de monumentos megalíticos que, a día de hoy, se encuentran relacionados con el cielo y que se estudian mediante la arqueoastronomía, la arqueología y la historia del arte.

Me encuentro aquí, en los cursos, porque conocí a Miguel Querejeta en el Real Observatorio de Madrid, haciendo las prácticas del Grado en Historia del Arte. Él es un apasionado del arte, yo de la astronomía, pero él es astrónomo y yo historiadora del arte. Así que llegó un punto en el que decidimos hacer un libro en el que recogiéramos todo aquello que estábamos trabajando juntos. Se publicará en noviembre y se cristaliza en estos dos días de curso.

¿Cuál es la relación entre el arte y la astronomía?

La relación es total y constante. Como he contado, el ser humano se relaciona con la astronomía desde un primer momento por una cuestión práctica. Tenemos que saber lo que está pasando en el cielo porque es la forma de calcular las estaciones y asegurar nuestra supervivencia. Si no sabemos cuándo empieza la primavera, no sabemos cuándo tenemos que sembrar y, si no sabemos cuándo empieza el verano, no sabemos cuándo toca recoger. De esa manera vamos a pasar muy mal invierno, así que hay un sentido muy práctico.

Pero a todo ello se le suma una fascinación que es lógica en el ser humano, que el ser humano tiene hacia todo ese cosmos tan impresionante de la prehistoria, sin contaminación lumínica. Claramente crean una fascinación, un interés que termina representándose en el arte, que al final es natural al ser humano. Lo que fascina acaba siendo parte de las representaciones y de lo que el ser humano crea.

¿Por qué era tan importante el cielo para el ser humano prehistórico y de que manera amoldaban su vida en base a lo que veían en el cielo?

El cielo era fundamental para la vida en la prehistoria. No es que las personas se amoldaran de alguna manera, sino que basaban su vida en lo que conocían del cielo y lo que veían en el cielo, porque, sin ello, la supervivencia no estaba asegurada. Desde nuestro punto de vista contemporáneo no podemos comprender lo importante que sería en aquel momento estar muy al tanto de cuándo empezaba el invierno o el verano y todo lo que ello conllevaba. La vida y la supervivencia dependían de ello. Entonces, es fundamental entender también como ellos lo comprendían, para poder imaginarnos y hacernos una idea mucho más completa de como sería la vida en la prehistoria.

¿Qué es la arqueoastronomía y qué puede aportar?

La arqueoastronomía es una disciplina que aúna el conocimiento propio de la arqueología y de la historia con el conocimiento de la astrofísica. Los arqueoastrónomos son, fundamentalmente, astrofísicos de formación que llevan a cabo tesis doctorales o investigaciones en las que estudian el pasado.

Su método de investigación se basa fundamentalmente en las orientaciones; ellos miden declinaciones para conseguir establecer hacia qué punto se orientaban las construcciones y, por lo tanto, qué era lo que más interesaba a los hombres del pasado. No solo en la prehistoria, también hacen intervenciones en la edad clásica (Grecia y Roma) o edad media. El objetivo es acercarnos un poco más y conseguir un punto de vista más a la hora de comprender el pasado.

Si siguen estudiando así, que lo van a hacer porque ahora mismo están llevando a cabo investigaciones muy interesantes y, en Galicia y en Canarias tienen dos centros muy potentes de investigación arqueoastronómica, seguramente, no solo lleguen a confirmar hipótesis que se están trabajando ahora, sino que den lugar a muchas más que nos hagan avanzar en el conocimiento del pasado.

¿Cuál es el libro que tenías a tu lado en la ponencia y de qué trata?

Es un libro de la editorial Akal que es solamente sobre la luna. Tiene mucha cultura del pop, mucha historia del arte… Es un libro que tiene el formato que tendrá el nuestro cuando salga en noviembre. Entonces, lo tenemos ahí porque Miguel y yo lo utilizamos mucho para los temas de la luna y porque es el reflejo de lo que nosotros hemos hecho a mayor escala.

¿Cómo se va a titular vuestro libro?

Estamos peleándonos con el título, todavía no lo tenemos claro. Nos han cambiado el título los de la editorial y nos acabamos de enterar. Parece que se va a llamar Los Cielos en el Arte, pero es provisional.

¿Cuáles son los próximos eventos astronómicos que podamos ver en la Península Ibérica?

El verano que viene, en agosto de 2026, presenciaremos en la Península Ibérica un eclipse total de sol. Es un evento astronómico fundamental y que ha llamado la atención desde tiempos inmemoriales. Encontramos representaciones de eclipses, puede ser que, desde la prehistoria, pero desde luego que desde la Grecia clásica, la Roma clásica, la edad media… Todas las culturas han mirado los eclipses.

Los eclipses totales de sol son muy llamativos porque en un momento del día se hace de noche. Los animales no lo entienden; los grillos de repente cantan, los perros se alteran un poco… Es un evento que se ha relacionado con el inicio o el fin de guerras o pandemias. Ha tenido toda una serie de interpretaciones.

El de 2026 se verá desde la península ibérica. En el País Vasco se verá desde Bilbao si no está nublado, pero desde Donostia no se podrá ver. Se verá muy bien desde zonas de Castilla como Teruel o Soria.