Todas las noticias

Ana Mª Vicedo: “Cada vez hay más casos de litigación climática y muchos más puentes de comunicación entre la ciencia y los diferentes ámbitos jurídicos”

El tribunal Europeo de Derechos Humanos falló en 2024 a favor del colectivo KlimaSeniorinnen Schweiz, formado por mujeres suizas mayores de 65 años, en su litigio contra el Estado suizo, a quien acusaron de inacción en la lucha contra el cambio climático. El colectivo argumentó que el Gobierno de este país no había adoptados medidas suficientes para mitigar el cambio climático, violando los derechos humanos de las mujeres mayores, un grupo particularmente vulnerable a las olas de calor.

El camino hacia la justicia fue arduo y prolongado. La agrupación se creó en agosto de 2016. Entre 2016 y 2017, presentaron quejas a diferentes niveles administrativos suizos, pero todas fueron desestimadas. Posteriormente, entre 2017 y 2019, presentaron una denuncia ante el Tribunal Administrativo y el Tribunal Supremo, que también fueron desestimadas. Ante estos rechazos, tomaron la decisión de llevar su demanda al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en 2021. La demanda fue trasladada a la Gran Sala del TEDH en abril de 2022, y la audiencia se produjo en marzo de 2023.

Un elemento crucial en este litigio fueron las evidencias científicas sobre el impacto del cambio climático en la salud. Ana María Vicedo Cabrera, epidemióloga ambiental y profesora de la Universidad de Berna, lideró, junto con otros investigadores, una "intervención de terceros". Este mecanismo jurídico permite a expertos preparar y enviar a la Corte documentos objetivos que resumen las evidencias científicas relevantes para el caso.

Ana Mª Vicedo, en su charla en el Donostia Sustainability Forum, explicó que las evidencias se centraron en cómo el cambio climático está llevando a un aumento de eventos extremos, rompiendo récords, por ejemplo, en las temperaturas que se dan en verano en Europa. El equipo de Vicedo utilizó modelos para mostrar la urgencia de la situación. Un evento de calor extremo, como la ola de calor de París en 2003, que antes era excepcional, se produce ahora tres veces más en el clima actual. En escenarios futuros, con 1.5°C o 2°C de calentamiento con respecto a la época preindustrial, estos eventos se volverán la norma.

El asesino silencioso

El calor es un "asesino silencioso", señaló Vicedo, cuyos efectos van mucho más allá de la deshidratación o el golpe de calor. Las altas temperaturas son particularmente peligrosas para personas mayores con patologías previas, ya que empeora condiciones preexistentes, llevando a hospitalizaciones o muertes por infartos, isquemias o insuficiencia respiratoria. Se ha sugerido que las mujeres son más vulnerables al calor, especialmente las mayores, debido a cambios fisiológicos asociados a la menopausia que limitan la capacidad de control de temperatura y a que suelen tener mayor actividad física. al ser las encargadas de tareas domésticas y de cuidado.

El éxito en la litigación climática requiere trazar la cadena causal completa: desde las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad humana hasta el calentamiento global, los eventos extremos y, finalmente, los impactos específicos en la salud. A nivel global, se ha estimado que el 37% de las muertes por calor durante las últimas tres décadas podrían atribuirse al cambio climático antropogénico.

La evidencia clave para el caso suizo provino de un estudio sobre la mortalidad por calor en el verano de 2022 en este país realizado por el grupo de investigación de la Universidad de Berna, al que pertenece Ana Mª Vicedo. El estudio estimó que hubo hasta tres veces más muertes por calor ese verano, y que hasta el 60% de esas muertes podrían haberse prevenido en ausencia de cambio climático. Lo más relevante fue, según apuntó Ana Mª Vicedo, que hasta el 60% de estas muertes atribuibles ocurrieron en mujeres mayores de 65 años. Estas cifras fueron fundamentales en la Corte.

Una sentencia histórica 

En abril de 2024, el TEDH emitió su sentencia, en la que consideró que existían evidencias claras de que el Estado suizo había violado los derechos humanos de este grupo de mujeres. La Corte instó al gobierno suizo a establecer políticas de mitigación más ambiciosas. Este fue el primer caso en el que el TEDH condenó a un Estado por inacción climática, basándose en la violación de los derechos humanos.

Aunque el TEDH no tiene capacidad jurídica directa dentro de Suiza, el fallo tuvo un impacto simbólico enorme, considerándose incluso una "vergüenza nacional", en palabras de Ana Mª Vicedo, dado que los tribunales suizos habían desestimado previamente la demanda.

Tras la sentencia, el Consejo de Europa ha sido el encargado de seguir el proceso. Suiza debía presentar un plan para cumplir con el objetivo de mitigar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Inicialmente, el Gobierno suizo presentó un documento que defendía su posición y fue rechazado. Más tarde, envió un nuevo plan que, para sorpresa de muchos, fue aceptado por el Consejo de Europa.

Esta aceptación, explicó la epidemióloga, suscitó críticas ya que, según la abogada de las mujeres, el gobierno suizo utilizó valores de referencia y números diferentes a los establecidos por estudios internacionales. Aunque la luz verde del comité no anula la relevancia del proceso, fue decepcionante, y se sigue luchando para argumentar que este plan no es suficiente.

Colaboración entre ciencia y ámbito legislativo 

La sentencia histórica contra Suiza ha marcado un precedente significativo y ha servido como un catalizador para futuras acciones legales. "Estamos viendo como cada vez hay más casos de litigación climática" aseguró la ponente. El uso de la epidemiología para establecer la "cadena causal" que conecta las emisiones con los eventos extremos y, finalmente, con los "impactos en salud" (como las muertes por calor), es visto como un argumento muy potente para el futuro.

El caso KlimaSeniorinnen ha puesto de manifiesto la urgencia de fortalecer los puentes de comunicación entre la ciencia y el ámbito jurídico. Las y los expertos, actuando de forma objetiva, pueden aportar las evidencias más nuevas y robustas que los decisores necesitan para tomar resoluciones informadas. “No somos activistas. Nuestro papel dentro del proceso es como expertos. Proporcionamos documentos en base a las evidencias que había”.

Según Ana Mª Vicedo, "estamos viendo como cada vez hay más casos de litigación climática y, sobre todo, se han puesto en marcha muchos más puentes de comunicación entre la ciencia y los diferentes ámbitos jurídicos”. El éxito en la litigación climática, como la lograda por las Mujeres Mayores Suizas, demuestra que la ciencia, la epidemiología y el derecho pueden unirse para crear políticas de mitigación más ambiciosas y efectivas que busquen el bien común.

Ver conferencia completa