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“Por cada euro de beneficio directo en madera, en realidad se generan siete euros”

Arranca el segundo día de la conferencia “Bioeconomía forestal en el sur de Europa: oportunidades y desafíos”

La preocupación acerca del futuro del sector forestal ha sido uno de los ejes principales de una jornada en la que han participado múltiples actores unidos por la madera. La rentabilidad a largo plazo unido a la falta de apoyos institucionales hace evidente la necesidad de utilizar la bioeconomía como forma de producción de madera. “La bioeconomía es una de las oportunidades que tiene el sector” afirma Fernando Otazua, director técnico de la Asociación de Propietarios Forestales del País Vasco. Según él, la producción forestal sostenible es la clave para superar el bache por el que está pasando el sector. Pero, tal y como afirma, uno de los mayores problemas es la falta de apoyo que tienen los propietarios forestales para desarrollar su actividad. “Hay muchas instituciones que dicen que sí a la bioeconomía, pero luego la realidad no es esa”. Además, añade, las infraestructuras de las que disponen son insuficientes. “En Gipuzkoa en concreto, hay que bajar en torno a 6.000 toneladas del monte con infraestructuras que muchas veces son deficientes”. A eso hay que añadirle la bajada en el precio de la madera y las enfermedades que sufren algunas especies de árboles, “que muchas veces obliga a los propietarios forestales a tener que sustituirlos por otros”.

No obstante, no todo es negativo, “algunas instituciones como el Ayuntamiento de Hondarribia han empezado a dar unos primeros construyendo algunas Viviendas de Protección Oficial de madera, pero aún queda mucho por hacer”. Según apunta Otazua, otra de las causas que generan que este sector se halle en declive es el desconocimiento. “La asociación Baskegur sacó un Libro Blanco que recogía los beneficios de la actividad forestal entre los cuales se destacaba que por cada euro obtenido en madera, los beneficios son siete euros”. Otros beneficios medioambientales generados por la actividad forestal, apunta, son la fijación del CO2 de la atmósfera, el asentamiento del agua o la conservación de la biodiversidad. El problema, dice, es que estos siete euros no los recibe el propietario forestal porque “el mercado no remunera madera adecuadamente”.

En este contexto, la Asociación de Propietarios Forestales del País Vasco está trabajando en medidas para evitar el abandono del sector e impulsar la inversión en la madera. “Estamos creando un órgano gestor de montes mediante una sociedad de participaciones de modo que, en vez de tener que esperar cuarenta o cincuenta años para recuperar la inversión, puedas invertir para cinco años y trasladar después tu participación a un tercero“. Se trata de buscar fórmulas alternativas que hagan atractivo un sector que encuentra su solución la bioeconomía. Otro reto es, además, “lograr que las instituciones creen medidas que protejan a los propietarios forestales y que reciban parte de esos siete euros de beneficio para revertirlo de nuevo en el sector”.