Monedas sociales locales: retos y oportunidades transfronterizas en debate
El 4 de julio, la Cité des Arts de Bayona fue el punto de encuentro del curso “Los retos de la moneda social transfronteriza”, organizado en el marco de los Cursos de Verano transfronterizos. Durante la jornada se presentaron las experiencias en marcha y se analizaron, desde una perspectiva económica y social, los retos y oportunidades de futuro.
De la experiencia del Eusko a Baztan y Oarsoaldea
El director del curso, Luis Intxauspe (Gizartearen Moneta), explicó que el Eusko ha recorrido un camino exitoso de 12 años en Ipar Euskal Herria y que ahora se han puesto en marcha proyectos piloto en Baztan y en Oarsoaldea para expandir esa experiencia en el sur. “El objetivo no es solo dar a conocer el proceso, sino también compartir reflexiones e inquietudes entre los diferentes agentes, para identificar dificultades y oportunidades”, señaló.
Una herramienta para la cohesión territorial y la promoción de valores
Sobre la experiencia de Baztan habló Lorea Lizarreta, concejala del Ayuntamiento de Baztan. Recordó que el proyecto piloto se ha puesto en marcha gracias al apoyo del Gobierno de Navarra, tras medir el interés en diferentes sesiones con la ciudadanía. “En Baztan hemos visto que una moneda local genera ilusión, incide en valores comunes y resulta útil para cohesionar el territorio”, destacó.
La importancia de la cooperación
El curso combinó conferencias matutinas con talleres de intercambio de experiencias. En estos participaron, junto a Luis Intxauspe y Lorea Lizarreta, Nikolas Blain, coordinador de Euskal Moneta, y Joana Mendiburu, alcaldesa de Oiartzun. Por la tarde se celebró una mesa redonda en la que personas expertas como Aizpea Otaegi (Agencia de Desarrollo de Oarsoaldea), Beñat Irasuegi (Olatukoop) y Oier Onaindia (Mondragon Unibertsitatea) compartieron claves sobre los retos de la moneda social transfronteriza.
Mirando al futuro
Durante la jornada se subrayó que estos proyectos de monedas locales no son solo instrumentos para dinamizar la economía, sino también mecanismos para reforzar la cohesión territorial, fomentar la participación comunitaria y trabajar valores sociales. Además, se remarcó que el proyecto puede adquirir una dimensión europea, con la posibilidad de extenderse a otros territorios.